¿Quiénes somos?
Comenzamos este proyecto porque queríamos reírnos con nuestras amigas y amigos, tener noches diferentes, memorables, y con esa complicidad que a veces se pierde entre tanta corrección social.
No creamos “juegos de mesa”, porque nuestro foco no son los juegos, sino las personas. Por eso preferimos decir “juegos pa carretear”. Juegos donde no tienes manuales de varias páginas para poder entenderlos, sino solo una mecánica simple que será el pretexto para pasarla chancho.
Nos mueve la idea de que somos seres lúdicos, y que nadie puede prohibirte de reírte de lo que quieras, porque ni siquiera tú lo puedes controlar. Por eso diseñamos juegos irreverentes, rápidos y con chispeza chilena. Para sentirnos cómodos disfrutando.
Así que si eres uno de los nuestros, sea porque eres un gran anfitrión, buscas romper la rutina o integrar grupos diferentes de amigos, Pásalo Chancho está pensando en ti. Porque somos como tu.
La vida es demasiado corta como para no reírse a carcajadas.
¿Cómo nació pásalo chancho?
Todo comenzó con una idea simple: hacer un juego para pasarlo bien con mis amigos.
El primer prototipo lo armé en PowerPoint, lo imprimí en hojas de papel, lo recorté a mano y lo guardaba en una bolsa plástica con un elástico. Así viajaba conmigo a cada carrete.
Cada vez que lo sacaba aparecían las carcajadas. La gente se sorprendía, se le iluminaba la cara y al final de la noche siempre había alguien que me lo pedía prestado. Al principio no había problema, hasta que una noche dos personas me lo pidieron al mismo tiempo. Ahí entendí que necesitaba otro. Fue entonces cuando uno de ellos me dijo: “Oye, ¿y si te pago para que imprimas uno y me lo quedo?”
Ese fue el punto de partida. Me di cuenta de que lo que habíamos creado tenía valor para los demás. Empecé a imprimir algunos más y poco a poco la gente comenzó a comprarlos. Eso me obligó a profesionalizar el proyecto: mejorar los diseños, aprender del mundo de la papelería y lanzar el primer juego oficial: Mala Leche, por allá en el 2014–2015.
Con el tiempo la empresa creció y nacieron otros títulos como Cuentero, Improvisado o Juicio Final. Todos con la misma esencia: juegos sociales, fáciles de aprender, que reúnen a personas distintas alrededor de una mesa para compartir risas, improvisar, relajarse y sacar ese niño interno que todos llevamos dentro.
Hoy nos dedicamos justamente a eso: no a crear “juegos de mesa” en el sentido clásico, sino juegos para carretear. Dinámicas en que las personas son el verdadero centro y donde el juego es solo un pretexto para conectar, reírse y disfrutar juntos sin tapujos.