Muy bien pensado el diseño, tiene un montón de cartas que no son parecidss entre sí, volviéndolo un juego diverso y bueno para pasar el rato con gente de confianza
El juego es muy bonito y en general está bien hecho. Sin embargo, las cartas podrían ser de mayor grosor ya que se doblan fácilmente si las toman los niños.
El hermano del juego original, Mala Leche con Plátano, es un acercamiento más suave al juego, ya que tiene un grado menos del humor negro característico de la primera entrega. Este set lo encontré mucho más variado, generó varias risas de solo leer las cartas con los amigos, no por el morbo, si no por lo creativas que eran. Jugando se dan situaciones divertidas sea el modo que se juegue, que no hacen más que generar ganas de juntarse de vuelta con los colegas para echarse unas risas. Muy recomendado